La siguiente Revolución Industrial

Desde la Declaración de Río en 1992, los países del mundo han mantenido un dialogo continuo en relación al medio ambiente.  A finales de 2015 se celebra en Paris, Francia la reunión conocida como la “COP 21”, la cual es la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y la CMP la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Protocolo de Kyoto (CMP).

Existe gran expectativa sobre los resultados de dicha Conferencia Internacional, pues se considera que el mundo se encuentra en un punto crítico:  Existe suficiente evidencia científica que ha dejado claro que si la humanidad no actúa para salvaguardar el medio ambiente, las condiciones en el planeta pueden cambiar lo suficiente para hacer inviable la vida humana en la Tierra en las siguientes décadas.

Por ello, ha surgido un movimiento social muy importante para presionar a los gobiernos y a los organismos internacionales para establecer reglas que garanticen la preservación de las condiciones planetarias que permitan la presencia de seres humanos en condiciones viables, con ecosistemas benévolos y por tanto, de una manera sustentable.

Los especialistas consideran que enfrentar el cambio que requerirá la emergencia climática, será similar a las condiciones de una guerra:  Deberá reducirse el volumen de la actividad industrial y se elevará de manera sustanciosa el costo del transporte.  Adicionalmente, será necesario sustituir tecnologías obsoletas, por aquellas que sean limpias y compatibles con el entorno.

No actuar conllevará a la humanidad a enfrentarse al derretimiento de los hielos continentales tanto en el continente Antártico como en Groenlandia, lo que podría elevar el nivel del mar varios metros, dejando inhabitable gran parte de la línea costera mundial, y cambiaría de manera muy importante las mareas y las temperaturas en el mundo.

Se teme que la humanidad no pueda enfrentar la desaceleración económica que COP 21 exige:  Se cree que el crecimiento basado en el consumo es la única solución para el crecimiento de las naciones.  Esto se basa en las teorías del Capitalismo, concebidas por Adam Smith a mediados del Siglo XIX.  Pero debemos entender el cambio de escenario:  Cuando Smith escribió sus teorías económicas, la población mundial ni siquiera había llegado a mil millones de habitantes, parecía que la humanidad, pequeña en su tamaño, vivía en un planeta de recursos infinitos e inacabables.

El inicio del siglo XXI se enfrenta a una población superior a los 7 mil millones de habitantes, con una expectativa de nivelarse para el 2050 en 9 mil millones, en donde los recursos naturales cada vez son más escasos, y lejos de parecer el planeta un lugar infinito, nos enfrentamos a la realidad de la sobrepoblación y el súper consumo.  No hay lugar ya para mantener las teorías de Smith como los pilares de la sociedad moderna.

En su lugar debe gestarse una nueva Revolución Industrial:  Esta nueva visión económica que se basa en lo que se ha denominado el “Capitalismo Natural”, dentro del cual, no sólo se toma en cuenta el costo de los recursos naturales, humanos y temporales para calcular el valor de los productos; esta nueva visión exige que se incorpore dentro de los costos de producción, el costo al entorno, la afectación que cualquier actividad genera para el planeta.  Por ejemplo: Si se remueven 10 árboles para construir una carretera, el costo vital de esos diez árboles tiene que ser parte del precio de la obra, y no solo desde la perspectiva de recuperar los árboles, sino de poner un valor a cualquier desgaste ambiental en la producción, para con ello, generar recursos que puedan dedicarse a la preservación de los ecosistemas de una manera puntual y bien definida.

Probablemente la COP 21 genere acuerdos para enfocar subsidios a la instalación de paneles solares y generados eólicos para electricidad, pero la industria tiene que cambiar su perspectiva de cómo hacer negocios:  Hasta el momento, y desde hace más de dos décadas, las industrias más avanzadas crearon el concepto de la “obsolescencia programada”, dentro de la cual, diseñan productos de consumo que tienen una vida útil predefinida.  Lo anterior se hace con la intención de que el consumidor este obligado a reemplazar todos sus productos cada determinado tiempo.  Esto ya no es sostenible, y debemos cambiar la visión industrial; evolucionar de un consumo programado y rapaz, a uno de consumo responsable.

Las industrias deben empezar a pensar no solo en función de crear productos, deben pensar en que esos productos nunca dejen de generarles riqueza, pero sin reemplazarlos innecesariamente.  El Capitalismo Natural propone, por ejemplo, que las lavadoras se renten, en lugar de comprarse.  Con esto se garantiza que el productos siempre gane en función de rentas.  El consumidor gana al no adquirir bienes costosos que además tendrá que mantener.  Al generarse este ciclo de renta, el propietario de los aparatos, deberá mantenerlos funcionando, por lo que mejorarán la calidad de sus componentes, a fin de que los mismos no se descompongan.

Aunque esto parezca poco viable, basta ver el caso del nuevo Iphone 6S, presentado en septiembre por Apple.  Tradicionalmente Apple presenta nuevos aparatos cada año, con miras a que el consumidor reemplace sus equipos por lo menos cada dos años.  Con este nuevo aparato se puede ver un cambio de paradigma:  Para empezar, el aparato tiene todos sus componentes internos sellados, lo que prácticamente garantiza que sean contra agua.  Apple no ha publicitado esto, no ha utilizado esta novedad como un agregado para motivar las ventas del aparato.  Realmente lo han hecho para garantizar que los aparatos duren más.  Lo anterior, sumado a la excelente calidad de componentes que esta empresa utiliza, garantiza que dichos teléfonos darán un servicio por muchos años sin problemas.  Pero entonces, esto parecería contradecir la forma de trabajar de Apple, ya que ellos quieren que la gente cambie de aparato constantemente.

En realidad esto es lo que sigue siendo la forma de operar de Apple, quieren que la gente cambie de aparatos cada año, pero la empresa recompra el equipo que ya tiene el cliente, y con facilidades les dará cada año uno nuevo.  El cambio involucra entonces, que Apple limpia los aparatos entregados a cambio, y los revende.  Con un aparato en buen estado, y bien construido, el ciclo se puede repetir varias veces.  Con lo anterior, gana mercado, vende aparatos más baratos, y mantiene contentos a sus clientes.

Este ejemplo de una economía con productos de alta calidad, garantiza la lealtad de los clientes de Apple, y asegura que cada vez mas personas opten por comprar los productos de esta empresa.  Sumado al compromiso de no utilizar quimicos dañinos, Apple se encuentra, como en muchas otras cosas, a la vanguardia en creación de nuevas formas de hacer negocio, y sin duda, dentro de los parámetros de una nueva visión de la industria.

Si a lo anterior, sumamos la economía compartida, casos como Uber y Airbnb, empresas que alquilan autos y departamentos, sin tener ni un auto ni un departamento, vemos como el cambio de tendencia puede llevar a crear una nueva industria, una nueva forma de hacer negocios, en mayor sintonía y armonía con el planeta.

Por tanto, aquellas industrias que se adapten y cambien su forma de hacer negocios dentro de esta nueva cultura económica, serán las que sean exitosas, las que trasciendan y garanticen con nuevas y mejores prácticas, no solo una economía sustentable, sino además generando una nueva visión de los negocios y dando paso a una nueva Revolución en donde la industria de la mano de la tecnología, garanticen que la humanidad pueda seguir, volviendo a la armonía con su entorno.

Por: Agustín Yáñez Figueroa @agusyanez

IT Legal Solutions, S.C. @itlegalmx

Originalmente publicado en la Revista Cream www.cream.mx

Autor: Agustín Yáñez Figueroa

Abogado Tecnológico y Profesor Universitario. Abogado especializado en las Tecnologías de la Información, ofreciendo soluciones que resuelven la relación de las empresas y sus contrapartes tecnológicas, de principio a fin de cada proyecto, con la perspectiva de garantizar que todo el proceso se ejecute sin problemas a través de acuerdos bien desarrollados, con una correcta gestión del riesgo y de conformidad con las mejores prácticas corporativas. También proporcionamos soluciones para garantizar que el software cumpla con los requisitos de las autoridades de gobierno (compliance), para lograr la correcta operación de las empresas, reduciendo con esto los riesgos legales que pueden derivar por no cumplir con el mandato de la ley o de la autoridad. Brindamos apoyo en la validación de la viabilidad de proyectos, entregamos cartas de cumplimiento a requerimientos legales y probamos plataformas en red en búsqueda de vulnerabilidades legales. Desarrollamos estrategias integrales e innovadoras para empresas que hacen uso de la tecnología en sus procesos de operación. Brindamos atención personalizada, soluciones hechas a la medida y contamos con amplia experiencia internacional. Tengo muchos años de experiencia como asesor de empresas dedicadas al comercio internacional. Sirvo como asesor jurídico de Gerson Lehrman Group Inc. Cuento con muchos años como abogado litigante en derecho administrativo y fiscal, y en la gestión de contratación pública. Como profesor universitario estoy altamente comprometido y he trabajado durante más de 14 años tratando de hacer competitiva a nuestra juventud a través de la mejora del Sector Educativo.