Aquí y ahora en el Mundo Real

Los cambios que hemos experimentado en la última década, en la que hemos entrado ya de lleno como especie en la Era Digital ha traído cambios sustanciales en la manera en que se desarrolla la vida en sociedad. El avance tecnológico ha tenido consecuencias positivas y negativas y del análisis de sus efectos, se puede evaluar, no sólo como ha cambiado la sociedad, sino como debe trabajarse para que sea beneficiosa para todos en el futuro.

Hace una década comenzó la masificación de los teléfonos inteligentes; pequeñas computadoras capaces de incorporar las funcionalidades que antes se alojaban en diversos dispositivos, e inclusive cuentan con algunas que son novedosas y que antes era impensable que pudieran alojarse dentro de un teléfono. Los celulares modernos permiten hacer videoconferencias con cualquier persona que tenga uno de estos dispositivos en cualquier lugar del mundo, ayudan a navegar a través de las ciudades, contactar transporte y entregas, abrir puertas de todo tipo, escuchar música, tomar fotografías y vídeos de altísima calidad, leer, estudiar, jugar. Hace un par de décadas todo esto era ciencia ficción, de sociedades del futuro.

Simultáneamente, hemos presenciado en la última década, el surgimiento y masificación de las redes sociales, apoyadas en estos pequeños dispositivos, la humanidad entera se ha convertido en un vehículo de comunicación social. Se ha logrado colocar a la prensa cívica como elemento de primera línea en el reportaje de los sucesos. Las redes también han ayudado a organizar movimientos sociales de todo tipo, apoyada en la gran capacidad de transmisión que nos ha traído la tecnología.  Sin embargo, y no es algo menor, debemos también considerar como ha evolucionado el uso de las redes sociales de manera negativa. Se ha suscitado el surgimiento de las denominadas granjas de “bots” que generan propaganda en favor de determinado grupo social y político dentro de los países, al grado en que han influenciado el resultado de elecciones, y han sido utilizadas para diseminar información falsa a gran escala. La regulación de las redes sociales para prevenir que sean vehículos de falsedad y propaganda es esencial para que mantengan relevancia social.

Curiosamente, y hablando de “bots”, estos pequeños algoritmos que viven dentro de los sistemas del Internet, y que llegaron en la última década, plantean un reto mayor para la humanidad: Estos “bots” son programas inteligentes que aprenden, evolucionan, son el principio y la base de la inteligencia artificial.  Entre más aprendan estos bots, serán capaces de hacer más cosas sin necesidad de la intervención humana; podrán manejar vehículos, administrar completamente espacios, conciliar cuentas masivas, en general, asistir en labores cada vez más complejas. Sin embargo, será importante que la humanidad conserve de una manera efectiva el control de las inteligencias artificiales para que no resulten perjudiciales para la humanidad en el futuro.

Quizá el aprendizaje más importante de esta década se refiere a la privacidad y la intimidad. Estos avances tecnológicos tanto en los dispositivos como en los sistemas que utilizan, pueden ser intervenidos, y con ello se pone en riesgo la intimidad y privacidad de las personas. Antes se sospechaba que los gobiernos escuchaban las conversaciones telefónicas de las personas. En esta década se demostró que no solo pueden hacerlo, sino que lo hacen. La humanidad debe buscar mecanismos tanto tecnológicos como legales que garanticen estos derechos fundamentales por encima de las actitudes de los gobiernos y de los ataques de los criminales que buscan robar información de las personas.

La siguiente década implica que todo el crecimiento que se vivió en la última década continuará de manera exponencial, la tecnología seguirá avanzando y siendo cada vez más integral a la vida de las personas. Esto implica claramente el reto a la humanidad en su conjunto para lograr abatir la brecha tecnológica que aún mantiene a la mitad de la humanidad sin conexión a Internet, lo que implica pobreza, segmentación y segregación. Por otro lado, el reto mayor será evitar que la tecnología deshumanice, desconecte, aisle y enfrente a la humanidad en los siguientes años, la humanidad debe recordar y acoger lo bonito del mundo análogo: Estar presentes, aquí y ahora en el mundo real.

Por: Agustín Yáñez Figueroa @agusyanez

IT Legal Solutions, S.C. @itlegalmx

Originalmente publicado en la Revista Cream www.cream.mx